ELA FAZ: Mujeres en la construcción, oportunidades y retos.
- Lívia Viana
- 7 feb 2023
- 4 Min. de lectura
Soy Lívia Viana, tengo 43 años, administrador, ingeniero civil y empresario durante 11 años en la industria de la construcción a través de la industria premoldeada Predmix. O propósito que me levou a abrir a startupEla do 2020 foi capacitar e inserir as mulheres no mercado de trabalho da construção civil. Este deseo surgió tras escuchar las necesidades de quienes se encontraban en situación de vulnerabilidad social y necesitaban una oportunidad para transformar sus vidas.

Así que intenté profundizar en el tema, encontrar a las mujeres que estaban en el mercado y entender qué necesitaban para entrar en el sector de la construcción. También oí decir a la gente lo que esperaban de las mujeres que eran fontaneras, albañiles, pintoras y electricistas para contratarlas en sus empresas o en sus casas.
Los primeros datos recogidos fueron que el papel ocupado por las mujeres en el mercado laboral había ido creciendo, pero aún quedaba mucho por conquistar. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Brasil podría expandir su economía en hasta R$ 382 mil millones en ocho años, esto dependería de aumentar en un cuarto la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo hasta 2025.
Otra encuesta divulgada por el Ministerio Público del Trabajo en marzo de 2019 reveló que Maranhão lideraba el ranking de mujeres rescatadas en trabajo esclavo. Según el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la OAB, Rafael Silva, los hombres son víctimas principalmente en las zonas rurales y las mujeres en la región urbana. (Fuente: http://abet-trabalho.org.br/ma-e- o-estado-com-mais-mulheres-em-situacao-de-trabalho-analogo-ao-escravo/).
A partir de los datos señalados hasta aquí pude constatar que los desafíos que el Nordeste y otras regiones del país tuvieron (y tienen) con la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo, sea en la condición de CLT o como prestadoras de servicios, no se tratan sólo de preferencias de género, sino de toda una cultura de acoso y violencia que lamentablemente está arraigada y normalizada en el mundo del trabajo.
A falta de políticas públicas más amplias y firmes, la sociedad civil organizada y la iniciativa privada deben implicarse cada vez más en estos debates y dar alternativas concretas para que haya un equilibrio y un escenario más justo e igualitario.
En Maranhão, la distribución porcentual de las mujeres trabajadoras en el mercado formal según las grandes áreas de actividad, de las mujeres ocupadas en empleos formales, en 2018, 2,81% están en la industria, 0,82% están en la construcción, 16,95% están en el comercio, 78,88% están en los servicios, 0,54% están en la agricultura y la ganadería. (Fuente: http://relatoriosdinamicos.com.br/mulheres/)
Además, se demuestra que el sector de la construcción es uno de los sectores con menor índice de participación femenina en esta vasta cadena de producción.
Fue en ese momento cuando me lo pregunté.
¿Bastaría con ofrecer cursos de formación a las mujeres de la construcción? ¿Sería ésta una de las soluciones para ayudar a reducir la desigualdad de género en la sociedad brasileña?
Fue entonces cuando me propuse ayudar a formar a las mujeres, ampliar y promover su inserción en el mercado laboral. Y más allá de eso, es esencial que desarrollemos una estrategia de comunicación para sensibilizar a empresarios y empleados que conduzca a una transformación cultural en estas organizaciones y en la propia sociedad.
Creo que la equidad de género en el mercado de la cadena productiva, inminentemente compuesto por hombres, en cuanto al mercado de servicios autónomos, puede contribuir directamente al emprendimiento y a la regularización de las actividades profesionales de las mujeres a través de cooperativas o colectivos, además de fortalecer las redes entre las estudiantes y las instituciones socias del proyecto y las comunidades, además de la generación de renta y riqueza para la región.
Estas son algunas de las repercusiones sociales del proyecto Ela Faz
- Capacitación de la mano de obra femenina para la prestación de servicios;
- Cartografía de ofertas de empleo y oportunidades de recolocación para los participantes;
- Generación de riqueza y estímulo del espíritu empresarial con la oportunidad de formar cooperativas;
- Profesionalización y regularización de la contratación laboral femenina;
- Valorizar la mano de obra local y femenina y generar beneficios para la sociedad.
Não é novidade que o sector da construção é um dos sectores com a mais baixa taxa de participação feminina nesta vasta cadeia de produção. Foi por isso que lançámos uma oportunidade de formação para mulheres em quatro áreas da construção civil. Com um dia de alcance através das nossas redes sociais, tivemos várias partes interessadas, de preferência para as actividades de electricista e pintor de edifícios.
No entanto, a parte mais difícil permaneceu: a permanência destas mulheres no mercado de trabalho. Pouco a pouco percebemos que a cultura organizacional tinha de estar preparada para acolher estas mulheres, e isso era algo que não estávamos a encontrar.
Assim que assumimos o desafio de entrar nos locais de trabalho com os profissionais, apercebemo-nos de que eles precisavam de ser acolhidos. Eram muito inseguros, precisavam de validar todas as acções e traziam traumas e limitações de imposições comportamentais da infância que os privavam da sua liberdade para serem o que quisessem ser.
Formámos 200 mulheres e conseguimos inserir 60% delas no mercado de trabalho, pois combinámos o apoio psicossocial para que pudessem exercer todo o seu potencial, pondo em prática a sua liberdade, criatividade e desempenho seguro nas suas actividades. Tentamos também sensibilizar os empregadores para o facto de que uma casa de banho feminina na empresa, um diálogo que estimula opiniões diversas, uma política de desenvolvimento de carreira e remuneração iguais e a valorização da paridade, tornam uma organização feliz, produtiva e lucrativa.
É por isso que hoje propomos também um trabalho de consultoria que propõe acções para uma transformação cultural nas organizações, com o objectivo de tornar este espaço num ambiente mais inclusivo e diversificado que acolhe e apoia as mulheres.
Sabemos que ainda temos muito a fazer e que devemos fortalecer-nos no propósito de sermos agentes de transformação através de uma mudança na cultura social, treinando-nos e fazendo ligações para formar uma rede que nos ajude a alcançar o objectivo deste Projecto. E assim continuaremos enquanto Deus quiser.
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